El fuego y nuestras mascotas no suelen combinar bien. Muchos animales no entienden el riesgo que la chimenea supone para ellos y sin la adecuada protección las quemaduras; las quemaduras y los problemas para la seguridad de nuestro hogar pueden acumularse. A menudo, durante los peores meses del invierno, nuestras mascotas se sienten más que atraídas por el calor. Si nuestra chimenea es de reciente construcción o hemos instalado un nuevo quemador de etanol –con el fuego muy expuesto- deberemos observar determinadas precauciones que nos ayuden a evitar desastres. Esta semana, desde el blog de Chimeneas Llofrio –fabricantes de chimeneas de diseño-, os proponemos una serie de soluciones para evitar que nuestros mejores amigos sufran los riesgos de un accidente.

Chimeneas de diseño y mascotas

¿A quién no le gusta acurrucarse junto al fuego en una fría noche de invierno? Es un hábito que todos tenemos y que trasciende incluso las fronteras entre lo humano y lo animal. Nuestras mascotas sienten atracción natural por todo aquello que desprende calor, independientemente del riesgo inherente en algunos de estos objetos, y que ellos ignoran.

Las nuevas chimeneas y quemadores de etanol en ocasiones presentan un diseño difícil de conciliar con una mascota nerviosa, ya que los quemadores tratan de hacer del fuego un elemento más de la casa, integrándolo hasta convertirlo en una escultura viva en mitad de las estancias. El problema a la hora de que nuestra mascota no salga perjudicada es cómo mantener a raya a nuestros amigos, pues su interés comenzará desde el mismo momento que pongamos en marcha el quemador. Para lograrlo, es conveniente buscar una ubicación para la chimenea de etanol que no permita que nuestra mascota se acerque a ella: bien en alto, si la instalación y la agilidad de la mascota lo permiten –existen modelos que pueden colgarse como un cuadro- ; o bien en una esquina, rodeando nuestro quemador con objetos que impidan el acceso al mismo.

Es importante saber que si empleamos objetos para obstaculizar el paso, éstos no deben, en ningún caso ser inflamables, pues evitaríamos un riesgo exponiéndonos a uno aún mayor. Para estar bien seguros,  lo mejor ponernos en contacto con distribuidores oficiales o fabricantes de mamparas de metal para protegernos del fuego, como las que existen para las chimeneas tradicionales de leña y que están confeccionadas con hierro forjado y, normalmente en nuestro país, con motivos arabescos, que mejorarán aún más la estética de nuestro fuego.

Pero si queremos disfrutar del fuego de forma panorámica, pudiendo observarlo desde los 360 grados de ángulo, entonces debemos saber que también existe la posibilidad de acotar una parte de la instalación empleando cristales resistentes al fuego, de forma que la chimenea esté protegida de las mascotas, que no podrán acercarse tanto como quisieran; al tiempo que no existen obstáculos para deleitarnos contemplando el fuego.

Si su mascota es un perro, una buena educación en torno a la distancia de seguridad que debe guardar con la chimenea cuando esta esté encendida también es una solución interesante. Premiar al animal en un punto alejado y confortable de la estancia repetidas veces y mientras la chimenea está encendida puede ayudarle a entender que estar lejos de ella es beneficioso para todos. Si su mascota es un gato, tenga cuidado con los nuevos quemadores que pueden colocarse sobre estanterías, ya alcanzar la elevada ubicación no será un problema para estos ágiles animales en cualquier momento de descuido.

Desde Chimeneas Llofrio os animamos a conciliar una serie de pautas de seguridad básica junto al fuego con el disfrute junto a vuestras mascotas, familia y amigos de un cálido fuego en el hogar.