5 preguntas básicas sobre las chimeneas de bioetanol
¿Poder calorífico?
Este tipo de instalaciones es capaz de proporcionar calor en las estancias en las que se instalan. Normalmente, el bioetanol no es la opción elegida si lo que se busca es un sistema de calefacción integral para un vivienda, sin embargo, lo cierto es que estas pequeñas chimeneas son capaces de calentar pequeñas estancias. El fuego que proporcionan este tipo de chimeneas tienen una capacidad de calentar similar al de una pequeña estufa, llegando a una potencia estimada de unos 5.500 vatios.
Por ello, este sistema de chimenea con fuego a la vista suele elegirse como sistema de calefacción auxiliar, que al mismo tiempo ofrezca un calor estético.
¿Combustible?
El bioetanol es un producto bastante novedoso, pero que sin duda ha venido para quedarse. Entre los puntos de venta al alcance para su adquisición, encontramos grandes almacenes, ferreterías, e incluso la compra a través de Internet. Su precio es asequible y aunque deben tenerse precauciones a la hora de almacenarlo, la portabilidad del sistema, así como la ausencia de humos, ha convertido este tipo de chimeneas en el elemento de decoración favorito en pisos y edificios con dificultades para instalar salidas de humo.
¿Olores?
La correcta combustión del bioetanol no produce olores. Además, tampoco produce humo, si bien es necesaria la correcta ventilación de la estancia en la que se instale, no requieren en principio salidas de humo, por lo que pueden colocarse en casi cualquier punto de la casa con una instalación rápida y sencilla.
Los olores asociados a este tipo de fuegos sólo son perceptibles durante el encendido y apagado, así como en caso de emplear demasiado combustible. Estos olores no son en ningún caso tóxicos, de manera que no implican riesgos para la salud.
¿Seguridad?
Al margen de la peligrosidad que implica cualquier elemento constructivo con fuego real, las chimeneas de bioetanol son en principio más seguras que otros sistemas, ya que incluyen numerosos mecanismos de seguridad que hacen más avanzadas que otras instalaciones clásicas.
Es importante conocer las condiciones óptimas de almacenamiento del combustible, para evitar posibles riegos. Sin embargo, dado que el espacio que ocupan el bioetanol es bastante reducido, es sencillo encontrar lugares seguros en los que guardarlo.
Al mismo tiempo, y como indicábamos en el apartado de olores, la ausencia de vapores tóxicos y humo hace de este tipo de chimeneas una verdadera joya en cuando a seguridad.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que deben adquirirse aparatos y quemadores con certificados de calidad, preferentemente en países europeos, y con garantía sobre el producto. También es fundamental que el combustible que se adquiera sea de la calidad exacta que exige el fabricante. Como ocurre con muchos productos nuevos, las calidades pueden varias enormemente. En principio, el bioetanol de calidad tienen 96 grados y está desnaturalizado.
¿Instalación?
La principal ventaja de estas chimeneas es su portabilidad. Casi como un mueble, las estufas y chimeneas de bioetanol pueden incluso colgarse de una pared, permitiendo crear verdaderas ventanas de fuego en pisos, apartamentos, sótanos e incluso oficinas, sin tediosas obras o instalaciones eternas.
Además, el hecho de que no necesiten salida de humos permite instalar el fuego como elemento decorativo en casi cualquier tipo de una construcción. -mesas, paredes, etc- Existen también estufas a modo de pequeños muebles que pueden cambiarse de lugar al antojo de su propietario y que permiten funcionar como un pequeño suplemento de calor en condiciones de intenso frío.
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